Detrás de los tambores y dirigiendo su propio grupo, el baterista Martín Lambert produjo un disco notable. Integrado por diez temas de distintos autores, todos cedidos o compuestos especialmente para este registro, «Música robada» es un excelente ejemplo de lo mucho y bueno que las últimas generaciones vienen haciendo en el jazz argentino.
Hace unos años el gran Carlos Sampayo publicaba sus “Memorias de un ladrón de discos”. El libro, que tuvo una segunda parte, es un apasionante recorrido por la formación de su discoteca personal de jazz, de sus gustos y sus pasiones, a fuerza de empeño y constancia.
Tiempo después, otro jazzero admite su “delito”. El baterista Martín Lambert apunta con sus palillos a un grupo de amigos y se apodera de un puñado de canciones para dar forma a su primer disco. El título es toda una confesión: “Música robada”.
Un nuevo caso de inseguridad?…o mejor, una nueva muestra del empuje de la nueva camada de músicos argentinos, que se abre paso a fuerza de empeño y talento.
Diez canciones y nueve autores distintos integran “Música robada”. Todos temas cedidos especialmente para integrar este disco por quienes se encuentran entre lo mejor de la última generación. Algunos de ellos, como Lucio Balduini y Leonardo Paganini, no sólo entregaron sus temas, sino que también se sumaron a la grabación.
El instrospectivo “Limbo” de Lucio Balduini abre el disco y a partir de allí se suceden otras nueve canciones, que van desde el lirico “Canción del despertar”, también de Balduini, hasta el rockero “Glosa” de Juan Pablo Hernández, para dar forma a un trabajo lleno de matices y climas cambiantes.
“Ludo” de Diego Goldzsein no deja caer el rítmo, con una guitarra punzante en primer plano, para luego cambiar de color con el breve “Aquel ojo”, el tema más corto del disco, en el que Lucio destaca junto a los teclados y el acordeón de su amigo Jesús Fernández. Tras cartón se suma el aporte autoral de Andrés Beeuwsaert en el breve y contundente “Inicio” .
Le siguen “No se sabe” de Ezequiel Dutil, un extenso tema, rico en texturas, de nuevo con la guitarra de Balduini llevando la delantera y con muy buenos aportes del propio autor en contrabajo y Lambert en batería. Sobre el final de este disco más que interesante, uno de los aportes más jazzeros de “Musica robada”, el tema de Nico Said, “Un nuevo centro”, con un protagonismo tal de vientos y tambores que llamaría la atención del propio Art Blakey.
Diez temas, nueve autores y siete instrumentos, para dar forma a este “Música robada”, reflejo fiel de la enorme calidad de la nueva generación de músicos de jazz en la Argentina.
Todo el mérito para Martín Lambert por haber sabido reunir talentos y canciones, y ofrecer este trabajo de singular riqueza y expresividad.
Sin hacer apología del delito…son muchos los que a partir de aquí desearán que el batero produzca nuevos “robos”, para el bien de la quienes gustan de la mejor música.
1.-Limbo. Lucio Balduini 2.-Glosa. Juan Pablo Hernández 3.-Canción del despertar. L.Balduini 4.-Juana, hoy supe el futuro de ayer. P. Carpossi-Leo Paganini
5.-Ludo. Diego Goldzsein
6.-Aquel ojo. Hernán Merlo
7.-Inicio. Andrés Beeuwsaert
8.-No se sabe. Ezequiel Dutil
9.-Un nuevo centro.Nicolás Said
10.-Luna de fantoma. Juan Cortes Martín Lambert-bateria Ezequiel Dutil-bajo Jesús Fernández-piano y acordeón Luicio Balduini-guitarra Hernán Ascóniga-saxo barítono Leonardo Paganini-saxo tenor y clarinete Sergio Wagner-trompeta Para escuchar a Martín y Música robada: